Presentaciones y ponencias
Miguel Hernández: una elegía, un elogio y una pregunta sin respuesta
¿dónde llegará este rayo?
Miguel Hernández:
las influencias,
una elegía, un elogio
y
una pregunta sin respuesta
Literatura Española III - Prof: Jorge Albistur - CeRP Maldonado - 2010
buscó únicamente en los trayectos de su itinerario cotidiano, sin saber que la búsqueda de las cosas perdidas está entorpecida por los hábitos rutinarios, y es por eso que cuesta tanto trabajo encontrarlas
Gabriel García Márquez
Cien años de soledad
el olvido está tan lleno de memoria
Mario Benedetti
el olvido es una de las formas de la memoria, su vago sótano, la otra cara secreta de la moneda
Jorge Luis Borges
más vale que no tengas que elegir entre el olvido y la memoria
Joaquín Sabina
Índice
2. Aproximación: el juicio de Juan Ramón Jiménez
3. Conclusión: sin excluir nada, sin aceptar nada
4. Bibliografía
1. Introducción: a propósito del olvido
El presente trabajo, correspondiente a la última entrega de la materia Literatura Española, lleva como título una pregunta sin respuesta conocida. Juan Ramón Jiménez comentó en Españoles de tres mundos la aparición del libro El rayo que no cesa de Miguel Hernández. Allí anotó:
El rayo que no cesa es Miguel Hernández mismo. Si sigue así este rayo, ¿dónde llegará él, dónde llegará, con él la poesía española de nuestro siglo?
Obviamente que se trataba de una frase formularia, de una pregunta retórica que no pedía ser respondida y que demostraba la admiración del emisor a la obra del autor nacido en Orihuela.
Lamentablemente, temprano levantó la muerte el vuelo. Allí se acaban las historias de una muerte igual a otras, queda flotando la pregunta y el recuerdo.
En Estados Unidos, Jorge Guillén escribe a Salinas el 26 de noviembre de 1942:
He leído en los Cuadernos Americanos que el pobre Miguel Hernández murió el 28 de marzo en la cárcel, tuberculoso. ¡Otra víctima de la guerra civil! Me ha producido una verdadera pena esa noticia: Miguel Hernández era, hasta ahora, el mejor de su generación.
Y contesta Pedro Salinas a su amigo el 12 de diciembre de 1942:
¡Pobre Miguel Hernández! Otro caso de esos en que uno ha tenido que dar por muerto y resucitar luego a una persona, para acabar peor. Todo idiota, idiota. ¿Por qué había de morir ese muchacho, noblote y generoso, en una cárcel, cruelmente ayudado a morir, por no decir asesinado por sus prójimos? Te diré que si el franquismo durante la guerra se me hizo odioso más se me está haciendo en la paz. Porque desaparecido el consabido “calor del combate”, ahora ya la persistencia en la política persecutoria y vindicativa, es fría infamia, mala entraña, nada más.
Los epígrafes del presente trabajo presentan el olvido y la memoria como dos complementarios indisolublemente unidos, inseparables y caras opuestas de una misma realidad, de una misma moneda.
Consolidado en España el régimen franquista, muerto Hernández entre tantos otros y pacificado el país a la fuerza, se destruyó y ocultó la obra del poeta con el propósito de olvidarla. Quisieron imponerle olvido. Del extrañamiento forzoso volvieron sus versos, algunos inéditos ya a partir de 1946 [1] a sólo cuatro años de su muerte en plena embriaguez del franquismo de aquellos años llamados triunfales [2] y salvo censuras imposibles de evitar a:
Estos hombres, estas liebres, / comisarios de la alarma,
cuando escuchan a cien leguas / el estruendo de las balas,
con singular heroísmo / a la carrera se lanzan,
se les alborota el ano, / el pelo se les espanta.
Valientemente se esconden, / gallardamente se escapan
del campo de los peligros / estas furtivas cacas,
que me duelen hace tiempo / en los cojones del alma.
comienzan a integrar antologías poéticas: Poesía española Actual de Alfonso Moreno de la Editora Nacional de carácter ministerial y la que le otorgaría mayor difusión fuera de fronteras Historia y antología de la poesía castellana de Federico Carlos Sainz de Robles publicada por Aguilar en Madrid en 1947. Conocieron ediciones fuera de España hasta ser recogidos en 1972 por Joan Manuel Serrat [3] para besar tu noble calavera y ser escuchados por quienes no los habíamos leído, esa inmensa mayoría que la estadística proclama.
En el presente año 2010, precisamente mañana, el 30 de octubre, se cumple el centenario del nacimiento de Hernández, del comienzo de su vida, rayo fugaz. Acompañando la conmemoración se publicaron impresiones de sus obras, biografías, análisis literarios, reivindicaciones, sitios web reproducen sus poemas y Serrat lanzó un nuevo disco musicalizándolos [4]. Complementariamente, a menos de cuarenta años de finalizado el Régimen que se jactaba de dejar todo atado y bien atado para el futuro, no hay avenida en ciudad de España alguna que evoque al generalísimo.
Quienes encarcelaron al poeta y cruelmente le ayudaron a morir, _a mal morir_, vencieron pero no convencieron. Impusieron el olvido pero no pudieron abolir la memoria. La alegoría del Faro de Alejandría de Rodó sigue teniendo vigencia. El tiempo devela y la muerte iguala. Sin embargo, los poderosos de todos los tiempos, en una suerte de retornos equívocos de la historia como les denomina Jacques Le Goff harán como los aristócratas emigrados de la Revolución Francesa y de los que Talleyrand afirmó que no aprendieron nada y no olvidaron nada.
Lanzada al aire de los tiempos la moneda con las caras opuestas de olvido y de memoria, ni el más poderoso de los mortales puede asegurar que una de las caras prevalecerá. Y no sólo es una cuestión de azar y de probabilidades; es el juicio del hombre a la que se le concede la perspectiva del paso del tiempo.
2. Aproximación: el juicio de Juan Ramón Jiménez
El reconocimiento al poeta oriolano le llegó en vida y lo consagró en el círculo poético. Leímos ya comentarios de Jiménez, de Guillén y de Salinas. Juan Ramón Jiménez expresó un juicio consagratorio en ocasión de la publicación de seis sonetos y la Elegía a Sijé en el número CL de la Revista de Occidente, páginas 299-307. Jiménez le dedicó el 23 de febrero de 1936 una elogiosa crítica en el diario El Sol de Madrid:
"Con la inmensa minoría: Crítica"
Verdad contra mentira, honradez contra venganza. En el último número de la Revista de Occidente, publica Miguel Hernández, el estraordinario muchacho de Orihuela, una loca elejía a la muerte de su Ramón Sijé y seis sonetos desconcertantes. Todos los amigos de la "poesía pura" deben buscar y leer estos poemas vivos.
Tienen su empaque quevedesco, es verdad, su herencia castiza. Pero la áspera belleza tremenda de su corazón arraigado rompe el paquete y se desborda, como elemental naturaleza desnuda. Esto es lo escepcional poético, y ¡quién pudiera esaltarlo con tanta claridad todos los días! Que no se pierda en lo rolaco, lo "católico" y lo palúdico (las tres modas más convenientes en la "hora de ahora", ¿no se dice así?), esta voz, este acento, este aliento joven de España." [5]
Se dirige Jiménez, como siempre agrega en una de las tantas reiteraciones de la dedicatoria inicial, a la inmensa minoría, explicándose: a los buenos de todas partes. La expresión puede entenderse como elitismo o ser puesta en el contexto de ese tiempo en el mismo sentido en que definía Ortega y Gasset la oposición entre las masas y las minorías cultas y que impregnaba el magisterio del doctor Simarro y de Francisco Giner de los Ríos, dos de los educadores de minorías que encontramos en la génesis de la generación del 98. Jiménez se dirigía a la minoría ansiosa por mejorar su situación social y la del pueblo; a una minoría que se sabe inmensa, aunque en inferioridad numérica frente a las mayorías anestesiadas. Una minoría inmensa, lúcida, que Jiménez calificaba de aristocracia de intemperie en oposición a la que despreciaba: la sí elitista aristocracia de casta.
La expresión no se emite desde el elitismo, sino que implica el compromiso de la búsqueda directa del lector individual, opuesto al hombre-masa. A ese hombre le dirige Jiménez su mensaje crítico de la obra de Hernández. Sin duda, lo hace incluyendo también en la dedicatoria a sus colegas poetas, mostrándoles su verdad y el camino a seguir. Y de paso, lo hace también a Hernández. Es aquí donde podríamos encontrar el muchas veces denunciado aforismo mesiánico que se atribuye a Jiménez.
En el esfuerzo por definir el arte poético y la poesía pura, lo que debía ser la verdadera poesía, Jiménez y sus colegas ponían en juego todo su intelecto y toda su pasión, sin perder la oportunidad de mostrar al otro su supuesto error, usando el silogismo propio del primero, la firmeza y el vigor de la segunda. La ironía y el sarcasmo fueron usuales en los intercambios entre creativos devenidos en críticos feroces. Valga solamente a modo de ejemplo la carta enviada por Dalí y Buñuel a Jiménez en atención a su criterio arbitrario:
Nuestro distinguido amigo:
Nos creemos en el deber de decirle -sí, desinteresadamente- que su obra nos repugna profundamente por inmoral, por histérica, por arbitraria.
Especialmente: ¡¡MERDE!! para su Platero y yo, para su fácil y malintencionado Platero y yo, el burro menos burro, el burro más odioso con el que nos hemos tropezado.
¡MIERDA!
Sinceramente,
Luis Buñuel
Salvador Dalí
Dalí reconocería después que había cometido con JRJ el acto más cruel de su vida. [6]
Imaginar la poesía pura es, en tiempos de reacción al romanticismo decadente, plantearse aquella poesía que no tuviera nada que ver con una situación emocional concreta que surja de una experimentación. Se trabajará entonces en busca de la belleza estética aparentemente deshumanizada. Pasada la etapa inicial de Hernández en la que se dedicó a la poesía gongorina, al juego estético y al cifrado en el que hay que tener una llave para abrir [7], queda en él desarrollada en forma autodidacta una férrea disciplina a propósito de lo que no debía hacer, parafrasear, dar una visión clara y didáctica de la situación. Así la Elegía de Hernández llegará al borde del máximo estado de emoción, manteniendo en ese punto el equilibrio. Estando comprometidos los sentimientos no se detiene como clásico, ni se desgarra como romántico. Siente y trasmite el temblor que distingue al artista del académico. La pena que dio origen al poema sin duda es sincera, se agrava por el distanciamiento previo de los amigos, físico y de intenciones, por el incumplimiento de la promesa de enterrar el uno al otro, quiero escarbar la tierra con los dientes // quiero minar la tierra hasta encontrarte. Si MH se hubiera dejado llevar por la emoción el resultado no hubiera sido el que nos ocupa. Sometió los sentimientos a la forma, las aliteraciones, anáforas y la forma métrica usada, actúan como riendas que impiden que se desboque la emoción. [8]
En un muy posterior análisis crítico, el 23 de abril de 1954, durante una conferencia en la Universidad de Río Piedras en Puerto Rico, JRJ se refiere a MH como el único poeta, joven entonces, que peleó y escribió en el campo y en la cárcel. Pero enjuicia Perito en Lunas calificándolo de barroquismo inaguantable, producto del didactismo que le impregnaran los frailes de Orihuela que duró toda su corta vida. Su juicio acerca de esa influencia gongorina es definitivo: es muy difícil saber lo que MH hubiera escrito sin ese veneno adolescente y juvenil, pero la verdad es que, aun cuando dice ‘pan y cebolla’, lo dice como lo pudiera decir un seminarista. Su prejuicio retórico le pone como una funda a las palabras. [9]
Volvamos al comentario de JRJ en El Sol. Planteaba en él las tendencias de su tiempo, a las que califica de las tres modas más convenientes de la «hora de ahora» en una de sus acostumbradas calificaciones/descalificaciones. Pide que MH no caiga en esas modas, que no se pierda en: lo rolaco [10], lo "católico" y lo palúdico [11].
Difícil es definir a la influencia de quién o quiénes se refirió JRJ con lo rolaco. Luego de tener los elementos de juicio puede resultar más fácil definir a qué se refiere con la moda de ahora por lo rolaco. Rolaco es el nombre de una fábrica de muebles fundada en Madrid en 1930 y a la que se debería, entre otras acciones, la introducción del mueble de tubo metálico y de las creaciones de Mies van der Rohe en España y el novedoso equipamiento con el que se dotó a lugares emblemáticos de Madrid: el edificio Capitol y el Bar Chicote, ambos en la Gran Vía. El edificio Capitol tiene dieciséis pisos con una fachada de estilo art-decó. La decoración y los muebles corrieron a cargo de la firma Rolaco-Mac; incluyó adelantos tecnológicos innovadores en el ambiente de la capital madrileña: vigas de hormigón tipo Vierendel, telas ignífugas y sistema de refrigeración centralizado. Recibió el Premio Ayuntamiento de Madrid de 1933 y la Medalla de Segunda Clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1934. JRJ descalifica con el término rolaco, tomándolo de la proveedora de equipamiento, a lo moderno, ¿lo aséptico?, ¿la frialdad guilleniana? [12] se pregunta el citado Riquelme aludiendo a la obra de Jorge Guillén. Podría preguntarse el porqué de tal suposición, acaso fundamentada en el optimismo del autor de la expresión: el mundo está bien hecho [13], el poeta del existencialismo jubiloso [14] en el mejor de los mundos posibles, quedaría asociado a la visión del desarrollo y de la innovación tecnológica de las señaladas intervenciones urbanas, decorativas y funcionales.
En orden de citación, la siguiente moda de ahora indicada por JRJ es lo católico. Ya quedó expresado el rechazo del crítico a la influencia de lo que él llamó el didactismo de los frailes en la obra de MH, difícilmente atribuible a su escasísima escolarización que finalizó a los quince años, sea por no renovación de la beca de estudios de los jesuitas o por haber sido retirado de la escuela ante el reclamo de padre del para trabajar. Puede verse en la referencia a Ramón Sijé cuya muerte está en el origen motivador de la Elegía y con quien MH había roto el lazo de tutelaje artístico que lo unía.
3. Conclusión: sin excluir nada, sin aceptar nada
Es así que Sijé reprendía a MH por haberse volcado a lo que JRJ llama lo palúdico, en el seguimiento de un Neruda que levanta la bandera de la poesía impura desde la revista Caballo Verde para la Poesía. En una carta de Sijé a Hernández le recrimina su distanciamiento personal e ideológico: Es terrible lo que has hecho conmigo. Es terrible no mandarme Caballo Verde…Por lo demás, Caballo Verde no debe interesarme mucho…Caballo impuro y sectario. [15] Para continuar con lo que consideramos la conclusión de las opciones planteadas por JRJ por las que transitaría la obra de MH, en el concepto de quien con su muerte motivaría la Elegía: Nerudismo (¡qué horror, Pablo y selva, ritual narcisista e infrahumano de entrepiernas, de vellos de partes prohibidas y de prohibidos caballos!) [16]
La poesía, de acuerdo a Neruda y expuesta en el manifiesto fundacional de Caballo Verde es un dogma que no excluye deliberadamente nada ni acepta deliberadamente nada:
Así sea la poesía que buscamos, gastada como por un ácido por los deberes de la mano, penetrada por el sudor y el humo, oliente a orina y a azucena salpicada por las diversas profesiones que se ejercen dentro y fuera de la ley. Una poesía impura como traje, como un cuerpo, con manchas de nutrición, y actitudes vergonzosas, con arrugas, observaciones, sueños, vigilia, profecías, declaraciones de amor y de odio, bestias, sacudidas, idilios, creencias políticas, negaciones, dudas, afirmaciones, impuestos. La sagrada ley del madrigal y los decretos del tacto, olfato, gusto, vista, oído, el deseo de justicia, el deseo sexual, el ruido del océano, sin excluir deliberadamente nada, sin aceptar deliberadamente nada, la entrada en la profundidad de las cosas en un acto de arrebatado amor, y el producto poesía manchado de palomas digitales, con huellas de dientes y hielo, roído tal vez levemente por el sudor y el uso. [17]
En el mismo diario El Sol donde JRJ publicaría su crítica elogiosa, pocos días antes, el 2 de enero de 1936, MH había comentado Residencia en la tierra de su amigo Neruda, exaltándolo al tiempo que criticando a la poesía pura: ¡Qué ridículos encuentro el romancillo, la cosita, los cuatro versos tartamudos, verbales, vacíos, incoloros, ingenuos; el poemilla relamido y breve, que tantos cultivan y acatan!… Basta de remilgos y empalagos de poetas que parecen monjas confiteras, todo primor, todo punta de dedo azucarado. Pido poetas de las dimensiones de Pablo Neruda para acabar con tanta confitura rimada. [18]
Posiblemente JRJ daba en su juicio a la Elegía otra oportunidad a MH desde su altura literaria y humana sabiendo que lo podría tener como discípulo por poco tiempo más. La obra futura de Miguel Hernández estaba comprometida.
4. Bibliografía
BLASCO PASCUAL, Francisco Javier, La Poética de Juan Ramón, Ediciones Universidad Salamanca: Salamanca, 1982
disponible en http://books.google.com.uy
Carnero arroja luz sobre la influencia de Góngora en Miguel Hernández, Conferencia de CARNERO, Guillermo, Profesor de la Universidad de Alicante, Universidad de Córdoba, 20/04/2010
disponible en www.abcdesevilla.es/20100415/sevilla-cordoba-cordoba/carnero-arroja-sobre-influencia-20100415.html
GUILLEN, Jorge, Aire nuestro, Diputación Provincial de Valladolid, Centro de Creación y Estudios "Jorge Guillen": Valladolid, 1987 citado en SÁNCHEZ-CUÑAT, Luis, Fe en lo desconocido en la poesía de Jorge Guillén: el universal y eterno “instinto de perfección” Departamento de Español, Universidad de Flinders, Adelaide, Australia del Sur, 1993
disponible en http://cvc.cervantes.es/lengua/thesaurus/pdf
JIMÉNEZ, Juan Ramón, El romance, río de la poesía española en El trabajo gustoso (conferencias) Selección y prólogo de Francisco Garfias, Aguilar: México, 1961 en LARRABIDE ACHÚTEGUI, Aitor Luis, Miguel Hernández y la Crítica, Universidad de León, 1997
disponible en http://www.cervantesvirtual.com/Fichaobra.html?Ref=5078
NERUDA, Pablo, Sobre una poesía sin purezas, Caballo verde para la poesía, l, octubre de 1935, p. 5. Edición facsímil en 1974
disponible en http://books.google.com.uy
OLIVARES BRIONES, Edmundo, Pablo Neruda: Los caminos del mundo Tras las huellas de un poeta itinerante (1933-1939), LOM Ediciones: Santiago de Chile, 2001
disponible en http://books.google.com.uy
PÉREZ ANDÚJAR, Javier, Dalí: a la conquista de lo irracional, Algaba Ediciones: Madrid, 2003
disponible en Internet http://books.google.com.uy
ROMERO, ELVIO, Prólogo: Miguel Hernández entre la vida y la muerte. Cancionero y romancero de Ausencias, Editorial Lautaro: Buenos Aires, 1958 en LARRABIDE ACHÚTEGUI, Aitor Luis, Miguel Hernández y la Crítica, Universidad de León, 1997
disponible en Internet http://www.cervantesvirtual.com/Fichaobra.html?Ref=5078
RIQUELME, Jesucristo Miguel Hernández Antología Comentada (II, Prosa), Ediciones de la Torre: Madrid, 2002
disponible en http://books.google.com.uy
SERRANO SEGURA, José Antonio, La Obra Poética de Miguel Hernández, 2010
disponible en http://jaserrano.nom.es
[2]RIQUELME, Jesucristo Miguel Hernández Antología Comentada (II, Prosa), Ediciones de la Torre: Madrid, 2002
[5]Se trascribe el texto en forma literal con la ortografía original de Jiménez: elejía en lugar de elegía, estraordinario en vez de extraordinario, esaltarlo por exaltarlo, escepcional por excepcional, para resaltar la agreste singularidad del emisor que empleaba la grafía s por x y transforma la g en j en todas las sílabas en que su sonido es igual al de la primera
[7] Carnero arroja luz sobre la influencia de Góngora en Miguel Hernández, Conferencia de CARNERO, Guillermo, Profesor de la Universidad de Alicante, Universidad de Córdoba, 20/04/2010
[9]JIMÉNEZ, Juan Ramón, El romance, río de la poesía española en El trabajo gustoso (conferencias) Selección y prólogo de Francisco Garfias, Aguilar: México, 1961
[10]ROLACO, fábrica de muebles fundada en Madrid en 1930, se fusionó en 1932 con la Mac de Fernández de Castro y Eduardo Shaw, introductores en España de los muebles de tubo, entre otros, los de Mies van der Rohe. Rolaco-Mac trabajó con los arquitectos más importantes del momento como Bergamín, Arniches, Domínguez, Mercadal y Gutiérrez Soto. Nace así el mobiliario de obras emblemáticas de la capital como el Bar Chicote, el antiguo Club de Campo de G. Soto y, especialmente, el edificio Capitol de L. Martínez Feduchi y Vicente Eced. Fuente: Gran Enciclopedia de España Mueble
www.grupoenciclo.com/granenciclopedia/arte/mueble.htm
[13] GUILLÉN, Jorge, Aire nuestro, Diputación Provincial de Valladolid, Centro de Creación y Estudios Jorge Guillén: Valladolid, 1987 citado en SÁNCHEZ-CUÑAT, Luis, Fe en lo desconocido en la poesía de Jorge Guillén: el universal y eterno “instinto de perfección” Departamento de Español, Universidad de Flinders, Adelaide, Australia del Sur, 1993
[14] SÁNCHEZ-CUÑAT, Luis, Fe en lo desconocido en la poesía de Jorge Guillén: el universal y eterno “instinto de perfección” Departamento de Español, Universidad de Flinders, Adelaide, Australia del Sur, 1993