Artículos difundidos
Carpe diem
Carpe diem
Cosas que (nos) pasan
por Leandro Scasso Burghi
Carpe diem quam minimum credula postero
Aprovecha el día, no confíes en mañana
Horacio, Oda XI
Carpe diem: saisir le jour, seize the day, cogli il giorno, aprovecha el día. La locución latina traducida a varios idiomas nos mandata a vivir con intensidad, a no malgastar el tiempo, recurso agotable si lo asociamos, naturalmente, con la vida.
Días atrás le escribí a Lilia agradeciéndole las líneas que me había dedicado en un elogioso correo, tan halagador como inmerecido, en el que me contaba que había reído leyendo la crónica “fuimos a ver la glicina en flor” publicada en este medio en setiembre. Mi respuesta fue dirigida a ella y a Olver, al mérito compartido de su dedicación constante a sensibilizarnos en cada entrega. Días después releí su columna de octubre y el enunciado de la planificación de próximas entregas.
Con Lilia compartimos ámbitos comunes y nuestros encuentros son frecuentes. Con Olver nos habíamos encontrado fugazmente en un pasillo, nos estrechamos las manos, cambiamos comentarios hacia el trabajo del otro: la columna del maestro invita a la reflexión, explica con amabilidad, resume con claridad. Dije: ¡qué bueno lo que vienes publicando, felicitaciones!, recibí el comentario del momento agradable que tuvo leyendo una crónica de escolares.
Así pasó el encuentro, apenas unos segundos, lapso de tiempo que tomaría otra significación al saber que no se repetiría. En un recordado papel interpretado por el actor Tom Hanks, el personaje de película Forrest Gump lamentaba la escapada oportunidad: “si hubiera sabido que esa era la última vez que Bubba y yo hablaríamos”, cuando el amigo murió en sus brazos. Ciertos escogidos textos, elegidos versos y letras de canciones, fragmentos seleccionados de discursos, frases y comentarios escuchados, hallazgos de diálogos de películas, pasan a un estadio privilegiado en nuestra consideración y a un archivo accesible de la memoria cuando plagian nuestros sentimientos al expresar lo que no hubiéramos sabido poner mejor en palabras que quien lo hizo por nosotros.
Carpe diem: aprovecha el día, no debe considerarse una apelación al hedonismo de la satisfacción instantánea, al anuncio la vida es ahora de la publicidad de una tarjeta de crédito. Es el recordatorio a que, dada la fragilidad de nuestras existencias, consideremos precioso cada instante para la realización del proyecto de vivir.
Olver: las cosechas fueron muchas, los surcos están siempre abiertos, la semilla va en el aire.
Je sème à tout vent
Émile Reiber (1826-1893)
Leandro Scasso Burghi
www.scasso.uy
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Octubre 2012
Edición Dic 2012 Nº 68 100%Interés Público